Como en todos los años, más o menos catorce, nos vamos en el mes de Agosto rumbo a Higuerote, en el Estado Miranda, voy siempre por quince días, pero a la final me quedo el mes completo y parte de septiembre, este año fue diferente,
Aprovechamos cada instante, porque sabíamos de antemano que nos regresaríamos antes uffsss solo los mas pequeños de una prima “la Tete y Daniel” los mas grandes estaban en un campamento.
Llegamos al mediodía, Beatriz va preparada, claro ella lleva comida porque los niños de ellas son de 8 y 9 años, almuerzan rápido y se van para la piscina, con que facilidad hacen amistades los pequeños, había ese día unos niños con un dinosaurios y zuas le damos una vuelta para verlo como estaban y, ya estaban montado allí, la piscina era hasta las nueves de la noche.
Al día siguiente, lo primero querían era comprar era una balsa, pero carrizo donde la metemos recorrimos todo el pueblo y, se antoja de una Señora Orca, me bajaba con ellos en cualquier puesto de venta y como si fuera una turca pedía rebaja –¿cuanto vale 70 mil Bs.? joper que caro y en el local de a un lado 65 mil, solo le decía: .- “móntense en el auto”.
Y, seguíamos sube y baja del auto, ya el sol y el calor apretaba, no vale en la próxima lo compramos al precio que sea, menos mal que lo conseguimos a 50 mil bolívares y, ahora como lo llevamos el señor del tarantín nos recomienda .-“llévelo inflado”, ñastre pero si andamos en el auto de mi prima es una carrito fiesta, el señor muy amable jajaja entre comillas, claro él le interesaba vender su ballena, nos lo amarra al techo del auto, así llegamos hasta el apartamento, despacito ni otra nos quedaba, se imaginan ustedes una ballena voladora.
Después de liberar a Willy, así le puso Daniel, nos tocaba desayunar, ese día fue un desayuno casero, arepas, queso etc., los demás días compramos en un sitio las empanadas de cazón mmmm que ricas, hay de todos los sabores el lugar se llama Riquísima o algo así jejeje hay que tener paciencia siempre esta full y otros días desayunamos unos pastelito.
Mas tarde salieron corriendo a zambullirse en la piscina con Willy, a eso como las 5 p.m. viene un vigilante nos dice que la ballena no podía estar en la piscina menos mal que intercedió un Señor y le dice -“No vale si hoy somos pocos, déjalos que se bañe, además aquí hay varias piscinas”.
Les cuento que Willy dormía en el apartamento de al lado, donde siempre llego yo, cuando estamos todos, porque la bendita ballena no entraba
Llega la noche, bueno la segunda noche, la primera nos la calamos a medias, jejeje los chamitos son incasables en la noche nos querían poner solo en la TV, programas de comiquitas, 11pm todavía estaban finos y con el aparato a todo volumen, les bajo el volumen y se ponen furiosos, pero menos mal que llega la otra tía (Pan-pan así le dicen los sobrinos) y les quita el control o mando, ponen un canal que se yo, que hasta a mi me dio sueño.
Los siguientes días programamos para al club Bahía de los Piratas allí almorzábamos, tomábamos unos aperitivos (cerveza unas y la propia su piña colada, por cierto me cayo de la patada, creo que era muy temprano cuando la pedí) y solo me quedo zambullirme a la piscina para ver si la acción se me pasaba, buen remedio jejeje, en La Punta, hasta llegar a la hora del atardecer que nos regresábamos para Villa.
¡Ah! en la Punta hay unos Kiosco donde llegan unas hermosas iguanas, esta familiarizada con la gente y uno le da lechuga o pedazo de fruta, en mi caso le di el pedazo de piña.
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